Imagina una potencia de procesamiento ilimitada, acceso global a datos en tiempo real, máquinas que pueden moverse como nosotros, saltos cuánticos en la tecnología de las baterías y aún más avances en inteligencia artificial y aprendizaje profundo. Está claro que competir con máquinas tan potentes en sus propios términos no tiene futuro, trabajar como un robot no tiene futuro y aprender como un robot no tiene futuro... ¡más bien es una receta para el desempleo permanente!

Cuando la inteligencia artificial se encuentre con la humana, será el fin de la rutina tal y como la conocemos. Pero ánimo: Este no es el fin de nuestros empleos, no es el fin de nuestro trabajo, no es el fin de nuestro propósito. Más bien, ¡está empezando una nueva era de trabajo exclusivamente humano!

A pocos nos gustan los trabajos serviles y las rutinas aburridas, aunque nos guste la seguridad que conllevan. El aumento de la automatización es una certeza en todas las industrias, pero muy pocos trabajos son completamente automatizables y 100% rutinarios. Los humanos pueden enfrentarse fácilmente a imprevistos y dominar retos complejos que requieren criterio, intuición e improvisación. Lo que es fácil para un ordenador es difícil para los humanos, y viceversa, y esto seguirá siendo así en un futuro previsible.

Sí, hay vida más allá de la automatización, si estamos preparados y trabajamos juntos. SI los gobiernos empiezan a planificar el tipo de educación y formación que realmente necesitamos, y siempre que podamos mantener una conversación seria sobre si deberíamos gravar la automatización y cómo, y sobre cómo podría ser una renta básica universal. Imaginemos un mundo, quizá en 2030, en el que sólo trabajamos tres o cuatro horas al día, pero por el mismo dinero, porque nuestras máquinas se han encargado de las monótonas rutinas. Imagina un mundo en el que el coste de la energía, el agua, los alimentos y la atención sanitaria sea drásticamente inferior porque la tecnología ha traído la abundancia.

Deja tus tareas al software y a los bots. Céntrate en esas cosas puramente humanas que son nuestro futuro. Asciende en la cadena alimenticia para hacerte indispensable en este mundo hiperconectado. Redescubre esos talentos y rasgos que te hacen único. Como dijo Oscar Wilde: Sé tú mismo, los demás ya están ocupados. Acostúmbrate a sentirte incómodo y a la incomodidad de la evolución permanente.

VUCA es la nueva normalidad. Entramos en un estado constante de volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad. Pero se puede hacer frente a la volatilidad con velocidad. Se puede combatir la incertidumbre con heterodoxia, se puede responder a la complejidad con creatividad y se puede vencer la ambigüedad con genialidad.