Buena historia: "Solía temer ser un don nadie. Entonces dejé las redes sociales"

Por un lado, una existencia predominantemente en línea puede adormecernos en una dudosa sensación de haber promulgado un cambio concreto, simplemente por un tweet o un post de Instagram. Dado que el "activismo de hashtags" ha oscurecido antiguas tradiciones de reunión y protesta, existe la preocupación de que el fracaso en la transición del teclado a la organización en persona detenga o acabe con el impulso de los movimientos políticos. (Véase: Occupy Wall Street.)

Opinión | Antes me daba miedo ser un don nadie. Entonces dejé las redes sociales.