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Dejen de pedir a los expertos que predigan el futuro tras el coronavirus. No existe.
"El mejor profeta, escribió una vez Thomas Hobbes, es el mejor adivino". Esa parece ser la última palabra sobre nuestra capacidad para predecir el futuro: No podemos. Pero es una verdad que los humanos nunca han sido capaces de aceptar. Las personas que se enfrentan a un peligro inmediato quieren oír una voz autorizada que les dé seguridad; quieren que se les diga lo que va a ocurrir, cómo deben prepararse y que todo irá bien. Parece que no estamos bien diseñados para vivir en la incertidumbre. Rousseau sólo exageraba un poco cuando decía que cuando las cosas son verdaderamente importantes, preferimos equivocarnos a no creer nada en absoluto”
Debemos preguntar sólo lo que queremos que ocurra...
"Pero si no creemos en tales deidades, no tenemos por qué preguntarnos qué nos ocurrirá. Sólo debemos preguntarnos qué queremos que ocurra, y cómo hacer que ocurra, dadas las limitaciones del momento“.
* Esto es, por cierto, algo Llevo años diciendo... mi trabajo no consiste en decir a la gente lo que va a pasar, sino en ayudarles a descubrir lo que quieren. quieren que ocurra (sus futuros deseables en lugar de sus futuros predeterminados).
¿Acaso la gente piensa que cuanto más sepa sobre lo que está predeterminado, más control tendrá...?
"Aparte de la propia biología del coronavirus, que apenas estamos empezando a comprender, nada está predestinado. El número de enfermos dependerá de cómo se comporten, de cómo les hagamos las pruebas, de cómo los tratemos y de la suerte que tengamos al desarrollar una vacuna....". A cierto nivel, La gente debe pensar que cuanto más sepa sobre lo que está predeterminado, más control tendrá. Se trata de una ilusión”
Imagen vía Javier Jaén voa NYT
"Empeoramos la situación centrando nuestra atención en exigir certidumbre"
"Ya es bastante malo vivir con un presidente que se niega a reconocer la realidad. Empeoramos la situación centrando nuestra atención en litigar sobre el pasado y exigir certezas sobre el futuro. Debemos aceptar lo que, en cualquier caso, estamos condenados a hacer en la vida: golpear y pisar, golpear y pisar, golpear y pisar ...."
