Dice Paul Gilding:

Un número cada vez mayor de empresas y líderes empresariales empiezan a reconocer que el cambio climático amenaza su éxito económico y, en algunos casos, su supervivencia. Como concepto, esto no es nuevo. Las repercusiones económicas negativas del cambio climático están claras desde hace tiempo, tanto en general como en sectores específicos. La diferencia ahora es doble: el momento y la tangibilidad.
Después de dos décadas trabajando en grandes empresas en el ámbito de la sostenibilidad, he desarrollado un buen sentido de lo que impulsa el cambio real. Por muy lógicos y convincentes que sean los argumentos sobre las repercusiones económicas, a menos que sean tangibles -comprensibles y "sentidas" en el día a día de la empresa- y lo suficientemente cercanas en el tiempo como para que cuenten, las empresas no actúan a escala. El momento no tiene por qué ser el de los beneficios de este trimestre, eso es un mito, pero sí tiene que repercutir en las principales decisiones empresariales en un plazo de 5 a 10 años, en lugar de un vago concepto de "décadas futuras".

¡¡Totalmente acertado!!