"Pero también existe esta preocupación por el empleo y yo diría que por la desigualdad, que está relacionada. Durante 200 años, los luditas se han equivocado en el sentido de que la tecnología, contrariamente a lo que temían, no ha provocado menos puestos de trabajo. Pero no hay ninguna ley económica que diga que todo el mundo se va a beneficiar de la tecnología".

¿Nos despedirán los robots?

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