"Se puede ir más lejos. En los relatos de filósofos como Bernard Stiegler, el ser humano está a punto de desaparecer por completo; nos convertimos en algo accesorio de un sistema tecnológico total. Como señala, un ser humano sin prótesis tecnológicas no es nada, un saco de carne inestable que se define únicamente por lo que no tiene: ni cobijo, ni protección, ni sociedad. Creamos herramientas, pero los aparatos técnicos y sus entornos avanzan según su propia lógica, y estos objetos no vivos tienen su propia y extraña forma de vida. Nuestros cerebros se desarrollaron para controlar nuestras manos; la propia conciencia humana no fue más que el subproducto de una evolución técnica que pasó del corte de pedernal al martillo y al camarero virtual; su verdadero cometido no es realizar ninguna tarea concreta, sino perpetuarse. "Los robots", escribe, "parecen diseñados ya no para liberar a la humanidad del trabajo, sino para relegarla a la pobreza o al estrés"".

Ver cómo se pudre el mundo en la mayor conferencia tecnológica de Europa
https://www.theatlantic.com/technology/archive/2016/11/the-warped-world-of-web-summit/508442/
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