"Facebook quería ser tuberías, pero también es gente Desde muy temprano en la historia de la empresa, Zuckerberg se refirió a Facebook como una "utilidad", una pieza de "infraestructura de la información". En una carta a posibles accionistas en 2012, comparó la red social con la imprenta y la televisión. Pero los fabricantes de televisores y los fabricantes de imprentas no tienen por qué entender la diferencia entre una foto histórica y una pieza de pornografía, ni plantearse cómo clasificar las fotos de madres lactantes, ni debatir si debe hacerse una excepción con el discurso de odio de Donald Trump. Se limitan a crear las herramientas para distribuir contenidos. Facebook, en cambio, construyó tanto una plataforma de distribución de contenidos como una comunidad global - "infraestructura social", como la describió Zuckerberg más recientemente- y su papel en esa comunidad acabó siendo tanto de fabricante de herramientas como de institución rectora. Facebook no sólo facilita la comunicación, sino que establece los límites y las normas que la rigen. Y su influencia -ya sea en la cultura, en las elecciones o en cualquier otra cosa más allá de sus propias fronteras digitales- significa que esas decisiones nos afectan a todos, usemos o no Facebook".