"Utilizar un asistente de voz para controlar tu casa es una sensación de frescura procedente de Star Trek, que convierte en mágicas las acciones mundanas. Puedes encender y apagar las luces, conjurar tus canciones favoritas de los Beatles o hacer que el sistema de riego rocíe el césped cuando se lo ordenes. Cuando llego a casa después de correr, Siri me abre la puerta. Mientras preparo la cena, Alexa prepara listas de reproducción animadas. En mi oficina, le pregunto a Google: "¿Qué tal me va el día?", y la pequeña Moneypenny de mi estantería me informa.

Pero la vida con esta tecnología también puede ser una comedia de errores fantasmales. Mientras escribo esto, una canción de Ed Sheeran empieza a sonar aleatoriamente en mi casa. Estoy solo en casa. Mi mujer pretendía ponerla en su coche, pero su cuenta de Spotify está vinculada a nuestro altavoz inteligente Amazon Echo. Así que en lugar de sonar en el sistema de audio de su coche, "Castle on the Hill" está sonando a todo volumen en nuestra casa de los suburbios de Portland."

¡Ayuda! Mi hijo me confunde con Alexa de Amazon
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vía Instapaper