"El transporte aéreo debería gravarse para proteger a los más vulnerables del mundo de sequías, inundaciones y subidas del nivel del mar. Un impuesto de 180 euros ($196/£130) sobre los billetes de clase preferente y de 20 euros sobre los de clase turista permitiría recaudar los 150.000 millones de euros anuales necesarios para la adaptación al cambio climático. Esta es una de las propuestas de los economistas franceses Lucas Chancel y Thomas Piketty para hacer frente a las desigualdades globales entre los individuos altamente contaminantes y las víctimas del cambio climático. "Gravar los vuelos es una forma de atacar los estilos de vida con altas emisiones, sobre todo si gravamos más la clase business que la turista", explica Chancel a Climate Home. "En algunos países ya existe un impuesto sobre los billetes de avión para financiar programas de desarrollo. Lo que necesitamos es aumentar su nivel y generalizarlo". Piketty -autor de El capital, un bestseller sobre la desigualdad de la riqueza- y Chancel esbozan enormes disparidades en la huella de carbono de las personas en todo el mundo. Una décima parte de la población es responsable de 45% de las emisiones mundiales. "Las desigualdades económicas están alcanzando niveles récord y reducirlas constituye un reto clave para los responsables políticos en las próximas décadas", afirmó Chancel. "Lo mismo ocurre con el carbono: otro enorme reto que pone en peligro nuestras sociedades. Si no abordamos ambos, nuestras sociedades pueden colapsarse...".

Vea mi discurso de 2012 "Del ego a la ecología".