"Esto nos lleva al futuro de la enseñanza superior. Su situación es muy parecida a la de los medios de comunicación. El contenido, a menudo de alta calidad, puede ser producido por una multiplicidad de organizaciones del conocimiento, incluidas bibliotecas, museos, fabricantes de software, grupos de reflexión y empresas de medios de comunicación, entre otros. El talento (profesores y otros trabajadores del conocimiento) son agentes libres. La distribución puede ser presencial, en línea o una versión combinada de ambas. La exposición puede tener lugar en un campus propiedad de una universidad o en un dispositivo digital propiedad del consumidor.

La lección para la enseñanza superior es que, a diferencia de los estudios que se resistieron a la llegada del sonido y perpetuaron una tecnología anterior, no puede aferrarse a una historia analógica. Las instituciones no pueden esperar a ser arrastradas al mundo digital. El mayor peligro es que sean expulsadas como lo fueron los periódicos".

Por qué la enseñanza superior no puede resistirse al cambio disruptivo

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