Invitado por Peter Van

En este artículo abordaremos un aspecto más filosófico de la IA y la ética. ¿Deberíamos mejorar nuestros cerebros con IA? para seguir el ritmo del progreso exponencial de la tecnología?

Analicemos algunos de los argumentos de Susan Schneider en este reciente post de Edge.org. Susan ocupa la cátedra Distinguished Scholar en la Biblioteca del Congreso y es directora del Grupo de Inteligencia Artificial, Mente y Sociedad ("AIMS") de la Universidad de Connecticut.

Sus reflexiones giran en torno a la posibilidad de que las máquinas inteligentes desarrollen una conciencia. Inicialmente rechaza una línea totalmente escéptica al destacar algunas ventajas potenciales de las máquinas conscientes, si es que alguna vez llegaran a existir.

"Si las máquinas resultan ser conscientes, no sólo estaremos aprendiendo sobre las mentes de las máquinas, sino que podríamos estar aprendiendo sobre nuestras propias mentes. Los humanos ya no seríamos especiales en el sentido de ser capaces de pensamiento intelectual. Eso podría ser una experiencia muy humillante para los humanos...". Una cosa que me preocupa de todo esto es que no creo que las empresas de IA deban resolver cuestiones relacionadas con la forma de la mente. El futuro de la mente debería ser una decisión cultural y una decisión individual".

"Los comités de ética de IA en las grandes empresas son importantes, pero en cierto sentido, es el zorro vigilando el gallinero"

A Susan le preocupan las consecuencias imprevistas, la obsesión por la tecnología y perder la oportunidad de mejorar y promover el florecimiento humano. Reclama un diálogo público con todas las partes implicadas y sabe muy bien quién debería formar parte de ese grupo de sabios:

"Es necesario implicar a todas las partes interesadas, desde las personas que investigan estas tecnologías hasta los responsables políticos, pasando por los ciudadanos de a pie, especialmente los jóvenes, para que cuando tomen decisiones sobre la mejora del cerebro puedan hacerlo con un mayor escrutinio. Aquí entran en juego las clásicas cuestiones filosóficas sobre la naturaleza del yo y la naturaleza de la conciencia".

Vídeo relacionado de Gerd