Aún no hemos visto nada. Y aún así mantengo que de esta crisis pueden salir muchas cosas buenas: no habría grandes cambios en la política estadounidense (a finales de este año) si no hubiera sido por la corona; no se habría producido ningún cambio importante a solidaridad paneuropea, no se habría acelerado la colaboración científica mundial, ni se habría cuestionado más a fondo si capitalismo tal y como la conocemos sigue teniendo sentido.
