Interesante punto el de abajo; sin embargo, yo pienso en desconectar más bien como en programar una dieta: simplemente tener unos días en los que comes menos, y vuelves a tener hambre...
La inutilidad de desconectar : The New Yorker
Por eso, creo que el Día del Desenchufe es algo tan extraño. Los que desenchufan tienen toda la intención de volver a enchufar. Este tipo de maniobra presenta un experimento, con sus resultados determinados de antemano; uno encuentra exactamente lo que espera encontrar: nunca más, a menudo menos. Es una de las razones por las que el movimiento unplugging ha suscitado críticas tan elocuentes de gente como Nathan Jurgenson, Alexis Madrigaly Evgeny Morozov. Si hay que desconectar para aprender a vivir mejor conectado, que así sea. Pero no confundamos estos experimentos de ascetismo con un modo de vida sostenible. Para la mayoría de nosotros, el mundo moderno está lleno de artilugios y aparatos electrónicos, y haríamos mejor en reflexionar sobre cómo podemos vivir en él que en pretender que podemos vivir en otra parte.
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