En ese momento, los tecnócratas tomaron el control de nuestra cultura.
Trinidad era el nombre en clave de esa explosión. Era una trinidad impía.
La tecnología sólo hace una cosa: tiende a la eficacia. No tiene estética. No tiene ética. Su código es binario.
Pero todo lo interesante de la vida -todo lo que hace que merezca la pena vivirla- sucede entre lo binario. La misericordia no es binaria. El amor no es binario. La música y el arte no son binarios. Tú y yo no somos binarios".
"La música confunde a las máquinas"
https://nodepression.com/article/music-confounds-machines
vía Instapaper