"En el fondo, esta tecnología promete aprender de las personas individualmente para beneficiarnos a todos. Pero hacer avanzar la IA recopilando enormes perfiles personales es pereza, no eficiencia". continuó Cook. "Para que la inteligencia artificial sea realmente inteligente debe respetar los valores humanos, incluida la privacidad. Si nos equivocamos, los peligros son profundos. Podemos conseguir tanto una gran inteligencia artificial como unas grandes normas de privacidad. No es sólo una posibilidad, es una responsabilidad".
