En el torbellino del cambio exponencial... lea este magnífico post sobre por qué el mundo se ahoga por la contaminación digital (Washington Monthly). Ahora que "los datos son el nuevo petróleo". (uno de los memes favoritos de Gerd - ver este vídeo de 2012 😄), también tenemos "vertidos" en forma de contaminación de datos. La primera vez que oí hablar de este término fue en el libro de Andrew Keen "Vértigo digital"de 2012. Eso fue en los días en que debatíamos retos "sencillos" como el desbordamiento de la información y el control por parte de los usuarios de la puesta en común de sus datos personales. Siguen siendo cuestiones importantes, aunque aún sin resolver, pero desde 2012 han cambiado muchas cosas: los algoritmos, la inteligencia artificial, los bots y las noticias falsas han añadido otro nivel de complejidad.
Cita textual: "A pesar de todo lo bueno que ha producido Internet, nos enfrentamos ahora a los efectos de la contaminación digital, que han alcanzado tal magnitud que afectan a nuestro bienestar colectivo. Hemos superado el punto en el que nuestras preocupaciones sobre los servicios en línea proceden de individuos que buscan hacer daño: cometer delitos, almacenar pornografía infantil, reclutar terroristas. Ahora nos enfrentamos a un sistema que está incrustado en todas las estructuras de nuestras vidas e instituciones, y que está moldeando nuestra sociedad de formas que afectan profundamente a nuestros valores básicos".
Se trata MÁS DE POR QUÉ y QUIÉN que de SI y CÓMO.
Los autores dan una pista: "El afán de lucro y el dominio del mercado están inculcados en sistemas de inteligencia artificial que no están cableados para preguntarse por qué. Pero nosotros no somos máquinas; podemos preguntarnos por qué. Debemos enfrentarnos al funcionamiento de estas tecnologías y evaluar las consecuencias y los costes para nosotros y otras partes de nuestra sociedad."
"Necesitamos un entendimiento común, no sólo de los beneficios de la tecnología, sino también de sus costes para nuestra sociedad y para nosotros mismos".
Necesitamos medir todos los entresijos de toda la cadena de valor de los datos. Necesitamos una mayor legibilidad y, por tanto, concienciación al respecto. Como la economía del donut de Kate RaworthProbablemente necesitemos una metáfora similar para una Economía Ética Digital, que no sólo cartografíe el progreso de estas nuevas tecnologías, sino también los excesos perjudiciales para la sociedad. Ese mapa nos permitirá ver el panorama completo, medir lo que realmente importa y ayudarnos a decidir qué futuro queremos. El futuro es lo que nosotros hagamos de él.
Este artículo ha sido escrito por el conservador de TFA Petervan.
Vídeo relacionado: los datos son el nuevo petróleo (uno de los 7 principios del futuro de Gerd)