Ingeniero neuronal Polina Anikeevaprofesor asociado de Ciencia e Ingeniería de Materiales en el MIT, ofrece una magnífica charla TEDx sobre las diferencias entre el "hardware cerebral" natural y la electrónica de estado sólido.
Es una distinción que, según ella, conduce a una posible colaboración entre la inteligencia humana y la artificial.
Anikeeva comienza su charla afirmando que "¿Cuándo podré cargar mi cerebro en un ordenador?" es una pregunta mal planteada. Lo que debería preguntarse es: "¿Cuándo podrá mi cerebro colaborar con un ordenador? La inteligencia de las máquinas y la inteligencia humana son fundamentalmente diferentes: el cerebro humano es generalista, el de las máquinas es especialista.
Nos encanta su comparación entre un ordenador, que es un conjunto de transistores con sólo 3 vecinos, y el cerebro, donde cada neurona tiene 6.000 conexiones. Una inteligencia semejante requeriría unos cuantos millones de ordenadores portátiles modernos. Partiendo de esta premisa, se presentan muchas ideas interesantes en esta charla, entre ellas los siguientes fragmentos:
- El mayor problema es que no entendemos cómo esta multitud de señales y cálculos paralelos en el cerebro humano se traduce en inteligencia humana. La interfaz entre la inteligencia humana y la de las máquinas es tan deficiente que los personajes de ciencia ficción utilizan entradas verbales para hablar con las máquinas.
- Lo que necesitamos es una interfaz de máquina inspirada en el cerebro. Estamos a órdenes de magnitud de billones de sinapsis.
- La IA se desarrolla más rápido que la investigación de la interfaz hombre-máquina.
- Estamos perdiendo la oportunidad de una IA como complemento especialista en el cerebro de su generalista. Entonces, ¿por qué deberíamos gastar energía en cargar este generalista compacto en un ejército de máquinas especializadas?
En opinión de Anikeeva, necesitamos un cambio de paradigma: de una electrónica inspirada en las máquinas a un diseño de nuevos materiales y arquitecturas impulsado por la biología. No podemos limitarnos a subcontratar esta tarea a un puñado de laboratorios académicos: llevará demasiado tiempo y perderemos la oportunidad de ganar un colaborador y un socio en IA.
Llama a unir fuerzas (académicos, industrias y gobiernos) en el desarrollo de una interfaz neuronal tal que nuestra inteligencia humana generalista pueda colaborar con la inteligencia artificial especializada para hacer lo que mejor sabe hacer: crear, analizar y decidir.
Post invitado del comisario de contenidos de The Futures Agency Petervan
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