En 2013, el coste de la carne cultivada en laboratorio para una hamburguesa era de $325.000. En 2016 había bajado a menos de $50. Hasta ahora, el mayor obstáculo no es la tecnología, sino el sabor: no se parece a lo que la gente está acostumbrada porque falta sangre, grasa y tejido conjuntivo. Pero los investigadores trabajan para mejorarlo. El eslogan de una empresa similar, Modern Meadow, dice que "el futuro es cultivado, no sacrificado"".
El futuro de la alimentación - La alimentación del futuro - El médico futurista
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