"Por otro lado, se está perfilando una estrategia para hacer frente al cambio climático. El coste de la energía solar y eólica se está desplomando en todo el mundo; los fabricantes de automóviles prometen que una mayor parte de su flota será eléctrica, y la cantidad de carbono liberado a la atmósfera por la actividad humana se ha estabilizado en los últimos tres años. La descarbonización será un proyecto global arduo y difícil, pero el desarrollo tecnológico y la política gubernamental lo están haciendo posible.

Pero, por otro lado, la administración Trump está socavando metódicamente y con éxito la esencia de la política climática estadounidense. Ha difundido falsedades sobre la ciencia del clima, ha abandonado el Acuerdo de París y ha eliminado de los libros de leyes docenas de normas de la EPA centradas en el clima. Michael Oppenheimer, un profesor de Princeton que ha observado la diplomacia climática durante 30 años, me dijo que este es uno de los momentos más desalentadores que puede recordar, y que cree que la Tierra ahora está condenada a calentarse más de dos grados centígrados.

Así está el mundo ahora mismo. Hay tres cambios en curso y no es fácil sintetizarlos. Los hechos no se prestan a una visión abrumadora. En cambio, sugieren que el sistema económico del planeta se encuentra en medio de una difícil y sumamente importante batalla política consigo mismo. Como tuiteó la semana pasada Brad Plumer, periodista del New York Times especializado en el clima: Hay "dos visiones radicalmente opuestas del futuro; [aún] no está claro cuál ganará".

Es en ese marasmo por el que camina la revista New York de esta semana. En un artículo ampliamente compartido, David Wallace-Wells esboza el escenario más sombrío posible para el calentamiento global. Advierte de un planeta tan inundado de gases de efecto invernadero que las olas de calor de Brooklyn rivalizarán con las de Bahrein. Según él, los graneros de China y Estados Unidos entrarán en una sequía debilitante y eterna. Y millones de cerebros carecerán tanto de oxígeno que caerán en una confusión inducida por el carbono".

¿Estamos tan condenados como dice ese artículo de New York Magazine?
https://www.theatlantic.com/science/archive/2017/07/is-the-earth-really-that-doomed/533112/
vía Instapaper